Agustina Komjati y Sofía Villalba
Entre mayo y julio de 2024, Misiones vivió uno de los conflictos docentes más intensos de los últimos años en el país. Las calles de Posadas se llenaron de docentes autoconvocados, marchas, cortes y acampes que reclamaban mejoras salariales frente al deterioro del poder adquisitivo. Pero más allá del reclamo, el conflicto dejó ver algo más profundo: una disputa por el sentido. ¿Cómo representaron los medios provinciales a los protagonistas? ¿Qué voces se escucharon y cuáles quedaron silenciadas? Este análisis de 165 noticias publicadas en los principales medios de Misiones revela cómo la cobertura periodística reflejó las tensiones entre el gobierno nacional, el provincial y los trabajadores de la educación.
Desde la asunción de Javier Milei a la presidencia en diciembre de 2023, las políticas de ajuste económico se sintieron con fuerza en todo el país, y el sector educativo fue uno de los más golpeados. En Misiones donde la docencia constituye una parte significativa de la clase trabajadora, el conflicto adquirió una magnitud inesperada: marchas multitudinarias, cortes de ruta, acampes en la Avenida Uruguay así como también en otros sectores de la provincia y un debate que se instaló en los medios locales y nacionales.
Lo singular de esta protesta fue su composición política. La mayoría de los docentes misioneros —como gran parte del electorado provincial— había votado a Milei pocos meses antes. Sin embargo las medidas de ajuste, el recorte del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y la pérdida del poder adquisitivo generaron un profundo malestar. El reclamo salarial se convirtió rápidamente en una demanda de dignidad laboral y de reconocimiento social pero en la superficie del conflicto, y especialmente en su tratamiento mediático, emergió una paradoja: los manifestantes defendían al gobierno nacional al tiempo que reclamaban por los efectos de sus políticas y responsabilizaron exclusivamente al gobierno provincial de la Renovación que a su vez mantenía una postura de alianza con la administración de Milei.
Esa compleja red de lealtades y tensiones políticas condicionó el modo en que los medios informaron sobre las protestas. La cobertura periodística no se limitó a narrar los hechos: construyó sentidos, seleccionó protagonistas, legitimó —o deslegitimó— las acciones colectivas. Cada medio, según su línea editorial y su cercanía con el poder político adoptó una forma particular de contar la historia. Algunos privilegiaron la voz de los manifestantes, otros enfatizaron el impacto del conflicto en el tránsito o en la “paz social” y varios optaron por un tono neutral frente a un escenario que comprometía tanto a la provincia como a la Nación.
En ese contexto, el análisis del tratamiento informativo de las protestas docentes en Misiones resulta una oportunidad para reflexionar sobre el papel del periodismo en tiempos de polarización: ¿Cómo se representan las demandas sociales cuando tocan fibras políticas sensibles? ¿Qué narrativas se construyen en torno a la protesta? Y, sobre todo, ¿qué lugar ocupan las voces de los protagonistas en los relatos mediáticos que circulan en la esfera pública?
Este trabajo surge como parte de una línea de investigación que comprende a la comunicación como un derecho humano y a la información como un bien público. A través de un enfoque cuantitativo y del uso de la técnica de Análisis de Contenido, el estudio examinó un corpus de 165 noticias publicadas en los cinco principales medios de la provincia: Canal 12, La Voz de Misiones, Primera Edición, Misiones Online y El Territorio.
A lo largo de esta investigación intentamos identificar qué actores fueron más representados, qué valoraciones se expresaron sobre las protestas y qué tipo de fuentes se utilizaron. En contextos de polarización política, esa capacidad de los medios para definir lo que se considera justo, necesario o excesivo adquiere un peso aún mayor. Por eso estudiar cómo se narró la protesta docente en Misiones no es solo un ejercicio descriptivo: es una forma de comprender cómo se construye el sentido común sobre la conflictividad social y cómo el periodismo local contribuye a reforzar —o a desafiar— los discursos de poder.
Protesta docente y conflicto policial: un escenario compartido
A fines de 2023 Argentina atravesaba una de las etapas de ajuste más severas de las últimas décadas: la liberalización de los precios, la quita de subsidios a la energía y al transporte, y la eliminación de programas nacionales de apoyo al salario docente provocaron un deterioro generalizado de las condiciones de vida. En Misiones donde el salario docente promedio era ya uno de los más bajos del país, la situación se tornó crítica. Los gremios advirtieron que la pérdida de poder adquisitivo superó el 50% en apenas seis meses y en los hogares los números se tradujeron en una ecuación imposible: docentes que debían elegir entre pagar el alquiler, comprar alimentos o cubrir gastos básicos de transporte y materiales escolares.
La respuesta estatal fue insuficiente, las negociaciones paritarias se estancaron y los aumentos ofrecidos quedaron muy por debajo de la inflación. La falta de diálogo sumada al descontento con la situación económica general generó un clima de frustración que pronto se expresó en las calles.
En ese mismo período otro actor se sumó al escenario de conflicto: policías retirados, en actividad y trabajadores penitenciarios, quienes también reclamaban mejoras salariales. Su protesta derivó en un acampe policial sobre la Avenida Uruguay, una de las principales avenidas de acceso al microcentro de Posadas y muy cerca de donde los docentes mantenían sus propias concentraciones. Esa coincidencia de reclamos —dos sectores del Estado provincial, ambos esenciales y ambos descontentos— potenció la visibilidad del conflicto y lo convirtió en un tema de agenda nacional.
La coexistencia de protestas docentes y policiales generó un clima de tensión inédito: en las calles los reclamos se superpusieron; en los medios las coberturas ambas protestas atraían la atención En ese proceso la narrativa pública de la protesta docente se vio influida por el contexto más amplio de crisis social y política que atravesó a la provincia. En ese sentido se tornó en algo más que una movilización gremial: fue un espejo donde se reflejaron las tensiones de una provincia atrapada entre la crisis económica, la lealtad política y la necesidad de sostener el relato del orden.
¿Qué analizamos y cómo?
Toda cobertura periodística implica una serie de decisiones: qué tema merece ser noticia, qué actores aparecen en escena, qué tono adopta la narración, qué fuentes se consultan y cuáles se omiten. Esas decisiones “técnicas” son en realidad operaciones de sentido y a partir de ellas los medios construyen una determinada versión de la realidad.
Con esa premisa como punto de partida este estudio buscó analizar cómo los principales medios de comunicación de Misiones representaron las protestas docentes de mayo, junio y julio de 2024. Nos interesaba comprender no solo qué informaron sino cómo lo hicieron: qué aspectos del conflicto destacaron, qué imágenes y palabras utilizaron, y qué valoración expresaron —explícita o implícitamente— sobre las acciones de los manifestantes y las respuestas del gobierno. El objetivo fue observar el modo en que los medios construyen sentido en torno a la protesta docente entendiendo que las narrativas mediáticas no son neutrales: configuran la manera en que la sociedad interpreta los conflictos.
El trabajo adoptó una metodología cuantitativa basada en el análisis de contenido de 165 noticias publicadas en los cinco medios más relevantes de la provincia: Canal 12, La Voz de Misiones, Primera Edición, Misiones Online y El Territorio. El período de estudio abarca los meses de mayo, junio y julio de 2024. Las variables analizadas incluyen: la modalidad de protesta, la valoración del medio hacia las movilizaciones, los actores y fuentes citadas, y el uso de recursos visuales. El objetivo fue identificar los marcos narrativos y las valoraciones predominantes que orientaron la cobertura periodística.
Para ello se aplicó una metodología cuantitativa basada en el Análisis de Contenido. Esta técnica permite estudiar de manera sistemática los mensajes mediáticos y detectar patrones recurrentes. Cada una de las 165 noticias relevadas en los portales digitales fue codificada según un conjunto de variables de análisis que posibilitaron una lectura comparativa entre los medios.
Las principales variables consideradas fueron las siguientes:
1. Modalidad de la protesta. Se registró la forma en que el medio describió la acción colectiva: marchas, acampes, cortes de ruta, paros o concentraciones. Esta categoría permitió reconocer qué tipo de acciones obtuvieron mayor visibilidad y cómo fueron enmarcadas en el relato.
2. Escenario y resolución del conflicto. Se observó el espacio físico donde ocurrió la protesta (calles, plazas, rutas, instituciones públicas) y el modo en que se presentaba su desenlace: mediante negociación, acción judicial, disolución o permanecía abierta.
3. Valoración del medio. Se analizó el tono general del texto clasificándose como favorable, desfavorable o indefinido según la postura que el medio asumíó frente a la protesta. Una cobertura se consideró “favorable” cuando contextualizó los reclamos y mostró comprensión hacia las demandas docentes; “desfavorable” cuando las deslegitimó o enfatizó los efectos negativos de las movilizaciones; e “indefinida” cuando mantuvo un tono neutro o equilibrado.
4. Actores y fuentes. Se identificaron los principales actores mencionados —docentes, gremios, gobierno, fuerzas de seguridad, comerciantes, ciudadanos— y las fuentes de información citadas en cada noticia. Además, se registró la cantidad de fuentes, su diversidad (si se presentaron una o varias posiciones) y la posición de la fuente principal respecto de la protesta (a favor, en contra o indefinida). Este análisis permitió evaluar el equilibrio de voces y la pluralidad informativa en cada medio.
5. Valoración del medio hacia los actores y las fuentes. Se examinó si el medio representaba de manera positiva o negativa a los protagonistas del conflicto o a las fuentes consultadas, observando el uso de citas y modalizadores que pudieran reforzar una imagen favorable o desfavorable.
6. Recursos visuales y multimedia. Se analizó la presencia y el tipo de imágenes, videos o infografías acompañantes y se interpretó su orientación temática (por ejemplo, si destacaban los reclamos, la modalidad de protesta o los efectos del conflicto). También se evaluó la valoración visual, es decir, si el conjunto de recursos reforzaba una mirada positiva, negativa o neutra sobre la protesta.
7. Criterios de integralidad informativa. Finalmente, se consideraron aspectos vinculados a la calidad del contenido noticioso como la inclusión de antecedentes, consecuencias, procesos, precisión e incidencia. Estos criterios permitieron valorar el grado de profundidad con que cada medio contextualizó el conflicto.
Resultados y hallazgos principales
El punto neurálgico de las protestas fue Posadas, la capital provincial, donde se concentraron las principales acciones y esa concentración geográfica no fue un dato menor: los medios misioneros tienden a cubrir con mayor intensidad los hechos que ocurren en la capital y eso condicionó tanto la cantidad como el tipo de noticias producidas. En los portales y noticieros, la imagen de las calles céntricas colmadas de manifestantes se repitió día tras día.
Esta centralidad de Posadas muestra un patrón más amplio: las movilizaciones urbanas logran una visibilidad mediática superior a las protestas que ocurren en el interior provincial. En los relatos periodísticos la capital se transformó en el símbolo de la protesta, mientras que las voces del interior —docentes rurales, comunidades pequeñas o escuelas periféricas— quedaro en su mayoría fuera del foco informativo.
El Territorio y La Voz de Misiones fueron los medios que más espacio dedicaron al tema, con notas extensas y de desarrollo analítico. Misiones Online y Canal 12 en cambio, adoptaron una cobertura más breve y descriptiva con menor profundización en los actores o en las causas estructurales del conflicto.
Con respecto a la extensión de las noticias, El Territorio y La Voz de Misiones fueron los medios con la mayor proporción de noticias extensas. Primera Edición y MisionesOnLine siguió un patrón mixto, con aproximadamente 13-14% de noticias extensas, lo que indicó un enfoque equilibrado entre artículos más largos y reportes más resumidos.
La modalidad de protesta fue, en general, en lo que la cobertura puso más atención en la mayoría de los medios, con un foco particular en cómo los docentes se movilizaron, ya sea a través de marchas, paros, cortes de ruta o acampes. El accionar de los manifestantes también fue un tema clave especialmente para los medios que buscaron describir la dinámica de las protestas en tiempo real. En tanto que los actores que reclamaban (docentes, sindicatos, etc.) fueron tratados en menor medida, aunque algunos medios como La Voz de Misiones y El Territorio les dió algo más de atención mencionando las demandas y motivaciones detrás de las protestas.
Los medios más favorables hacia las protestas fueron El Territorio y Primera Edición, con una clara inclinación hacia la aprobación de las movilizaciones docentes. MisionesOnLine y Canal 12 mostraron una postura más crítica o neutral frente a las protestas, con MisionesOnLine destacándose por tener una valoración en contra de mayor intensidad. La mayoría de los medios (excepto Canal 12) también tuvo una proporción significativa de noticias indefinidas, lo que evidenció una cobertura más neutral o ambigua sobre el tema.
Con respecto a los actores protagonistas que aparecieron en las noticias relacionadas con las protestas docentes en Misiones, se dividieron entre distintos grupos: como manifestantes, dirigentes gremiales, fuerzas de seguridad, organismos oficialistas y otros.
“Manifestantes” fue el actor más mencionado en casi todos los medios, especialmente en El Territorio (32,73%), Primera Edición (16,36%), y MisionesOnLine (14,55%). Esto sugirió que la protesta docente en Misiones fue vista principalmente a través de los ojos de aquellos que no formaron parte de los sindicatos organizados, lo que reflejó una diversidad de actores en las movilizaciones. Esto también evidenció la manera en que los docentes no sindicalizados, los -llamados autoconvocados- ganaron la escena en el momento más alto de la movilización.
Los manifestantes no sindicalizados fueron los actores más destacados en términos de cantidad de cobertura. La valoración sobre estos manifestantes fue mayormente positiva (41,82%). Sin embargo, también existió una considerable proporción de noticias con una valoración indefinida (32,12%), lo que reflejó un enfoque ambiguo o sin una postura clara sobre ellos en una porción significativa de las noticias. Solo un pequeño porcentaje de las noticias los valoró negativamente (5,45%).
En términos generales, los medios provinciales valoraron de manera negativa las protestas más disruptivas, como el corte de tránsito (23.64%) y el acampe (13.33%). Por otro lado, modalidades como las marchas frente a organismos públicos (7.88%) y las concentraciones (3.64%) se consideraron más legítimas.
En el análisis de la modalidad de la protesta y la valoración de los medios sobre la protesta, se observó que el corte de tránsito fue la medida que generó mayor ambigüedad, con un 19,69% de valoraciones indefinidas. Esto sugirió que la mayor parte del tiempo de la cobertura los medios tuvieron una actitud más expectante respecto del desenlace de la protesta. Solo el 10,24% se manifestó a favor y en contra del 7,87%. El acampe, por su parte, fue percibido en su mayoría de forma positiva con un 17,32% de valoraciones a favor. Cabe aclarar que fue con el acampe que la protesta alcanzó mayor visibilidad.
La indefinición que señalamos se confirma cuando miramos algunos indicadores sobre la calidad de la información. En toda la cobertura en relación con las diferentes modalidades que tenía la protesta docente, pocos medios expresaron los aspectos positivos o negativos que generó el acontecimiento. La mayoría se inclinó por no señalar ni las ventajas ni las desventajas de las medidas de acción directa.
En el análisis sobre la cantidad de fuentes presentadas en las noticias y su posición respecto a la protesta, se observó que la mayoría de las noticias no mencionaron fuentes, y cuando se mencionaron varias fuentes en su mayoría coincidieron en una misma postura, especialmente a favor de la protesta. La presencia de fuentes con posiciones opuestas era menos frecuente, y la valoración indefinida se presentó en una proporción considerable, lo que reflejó la ambigüedad. Las fuentes a favor de la protesta fueron predominantemente los propios manifestantes y los dirigentes sindicales, mientras que las fuentes en contra provenían principalmente de sectores vinculados al gobierno y el comercio.
Se observó que los medios aludieron al proceso que dió lugar al campo de conflictividad entre los actores enfrentados. Gran parte de la cobertura fueron notas en las que el conflicto no presentaba vías de resolución (el 49,7%), en las que sí se mencionaba el proceso que daba lugar a la movilización masiva. Por otro lado la resolución vía judicial (5.45%) fue una de las modalidades que recibió un tratamiento más integral, ya que involucró pasos claros y verificables en el proceso legal, lo que permitió a los medios ofrecer un panorama detallado sobre cómo se resolvió el conflicto. Pero además reflejó el interés del gobierno provincial en judicializar la protesta, de allí que los medios dieran mayor visibilidad al proceso que originó el conflicto. Específicamente en el 49.7% de las noticias no presentaba solución al conflicto, lo que significó que aunque se describió detalladamente el desarrollo de la protesta, no se cerró el ciclo con una resolución clara.
El tratamiento de la resolución de las protestas también mostró que los medios dieron mucha información precisa sobre la incidencia de las medidas, especialmente cuando el conflicto no presentó vías de solución (56,36%), mientras que 23,64% no mencionó información precisa sobre el conflicto y su desarrollo. Por otro lado, la resolución vía judicial y la acción violenta, aunque menos frecuentes, tuvieron mayor desarrollo sobre la incidencia del acontecimiento. Finalmente, la acción negociada fue la que mostró menor precisión en la información, lo que podría estar relacionado con la opacidad con la que se daban estas negociaciones.
La mayoría de las noticias careció de múltiples fuentes o presentó declaraciones coincidentes, generalmente a favor de la protesta. Las voces gubernamentales y del sector comercial, en tanto, fueron minoritarias y actuaron como contrapunto crítico. Esta escasa diversidad de fuentes se tradujo en coberturas con baja contrastación informativa y una limitada problematización de los conflictos de fondo.
Casi la mitad de las notas (49,7%) describe el desarrollo de las movilizaciones sin registrar una resolución clara.
Conclusión
El análisis del corpus permitió identificar patrones diferenciados en el tratamiento mediático, así como los marcos de sentido predominantes que orientaron la construcción de los relatos informativos. En términos generales, la cobertura se estructuró en torno a la descripción de las modalidades de acción colectiva (particularmente marchas, acampes y cortes de ruta), con menor atención a los procesos estructurales y coyunturales que dieron origen al conflicto o a sus eventuales vías de resolución. Este énfasis en la dimensión performativa de la protesta sugiere una lógica de representación centrada en la visibilidad del acontecimiento.
Las diferencias entre medios resultaron significativas. Mientras El Territorio y Primera Edición adoptaron marcos narrativos que tendieron a otorgar mayor legitimidad a las demandas docentes y a destacar el carácter colectivo de la movilización, Misiones Online y Canal 12 privilegiaron perspectivas centradas en los efectos sociales o institucionales del conflicto como la alteración del tránsito, el impacto en la “paz social” o la relación entre las protestas y la gobernabilidad provincial. La Voz de Misiones en tanto, combinó ambos enfoques alternando entre una cobertura centrada en las acciones de los manifestantes y análisis de contexto que situaban el conflicto dentro de la coyuntura económica y política nacional.
Esta heterogeneidad no sólo expresa la diversidad presente en el sistema mediático provincial sino también la existencia de distintos modos de articulación entre los medios, el poder político y las audiencias locales. La presencia de valoraciones indefinidas en una proporción relevante de las noticias refuerza la hipótesis de que en contextos de alta conflictividad, los medios tienden a adoptar estrategias discursivas de moderación o neutralización con el fin de evitar alineamientos explícitos.
Otro hallazgo relevante fue la limitada pluralidad de fuentes. La mayoría de las noticias analizadas incluyó una cantidad reducida de voces y, cuando se presentaron múltiples fuentes, estas tendieron a coincidir en su valoración de la protesta. Las fuentes gubernamentales y empresariales aparecieron de manera marginal lo que restringió la posibilidad de contrastar perspectivas y de ofrecer un tratamiento informativo equilibrado. En consecuencia el discurso mediático configuró una representación parcial del conflicto, concentrada en la experiencia de los manifestantes (particularmente los sectores autoconvocados) y con escasa problematización de los factores estructurales asociados.

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